¿Qué es y para qué sirve un CMS?

Cuando se crea una página web es porque de alguna manera se quiere mostrar algo, ya sea un artículo de blog como este, información comercial sobre una empresa, fotografías, artículos de caracter formativo… En definitiva, se quiere mostrar algún tipo de contenido.

Desde que, cada vez, se quiere facilitar más el acceso a internet y no todo el mundo tiene, ni debe tener, los conocimientos básicos de desarrollo web, se han creado diferentes herramientas para hacer de internet un mundo más accesible, podemos hablar de Dreamweaver, WordPress, Joomla!, Wix… cada una con su filosofía y sus peculiaridades.

Dentro del abanico de soluciones que se crearon, una de las que más popularidad ganó fueron los sistemas de gestión de contenido (CMS por sus siglas en inglés) que consisten en herramientas web que permiten modificar el contenido multimedia de una página, sin tener que saber nada de código HTML, de una manera muy sencilla.

Por un lado, esto está bien, sobretodo para personas que comienzan con un negocio, una peluquería por ejemplo, y quieren darse a conocer también por internet sin tener que invertir demasiado tiempo, esfuerzo ni dinero en ello, ya que no es la función principal de su negocio y tampoco necesitan una página demasiado compleja.

No obstante, también existe un lado oscuro, la parte en la que el propio ser humano ha tomado un buen concepto y lo ha pervertido con ánimo de lucrarse y no, no se está hablando de la gente que se vende como desarrollador web y luego utiliza un CMS en su trabajo, al final éstas personas están vendiendo su conocimiento y tienen derecho a cobrar por ello, como todos. El verdadero problema viene cuando se pretende vender un desarrollo de este estilo sin dar a conocer las limitaciones que tiene, es decir, no buscar cubrir la necesidad del cliente sino ganar dinero.

Cuando se trata de un cliente que, por ejemplo, necesita un sistema de gestión de clientes con funciones muy específicas, integraciones vía API con servicios de terceros y un montón de cosas específicas, entonces un CMS convencional se queda corto y es cuando debe entrar en juego el desarrollo a medida.

Entonces, como cliente o desarrollador que está comenzando, no se debe caer en el error de pensar que con un desarrollo basado en un CMS se puede abarcar todo lo que se tiene en mente, sino todo lo contrario, un CMS es, o bien porque las necesidades no son muy grandes o bien porque se busca conseguir una publicidad inicial para luego reinvertir en una aplicación web más robusta.